¿Será un sueño? ¿Será ciencia ficción? ¡No! Es el surgimiento de la superinteligencia que tanto tiempo hemos imaginado. Adéntrate en el intrigante mundo de la Inteligencia Artificial General (IAG), donde los límites entre la ficción y la realidad se desdibujan.
Considera que la IA generativa es el tráiler de todo lo que falta por llegar en la próxima década. Estamos en ese emocionante adelanto que te deja expectante por más. La IAG será la película completa, un drama lleno de sorpresas, giros inesperados, un argumento que desafía cualquier previsión, efectos especiales de primera clase y un elenco de personajes que te cautivarán de principio a fin. En definitiva, la IA generativa es solo el telón de fondo; ¡la IAG será el verdadero show!
No os quepa ninguna duda que la misión de los principales actores en la escena generativa, como OpenAI, Microsoft, Google, Meta, Cohere, Anthropic, es la construcción de lo que denominamos Inteligencia Artificial General. El horizonte apunta aquí; ese es el objetivo. La GenAI no deja de ser la antesala de lo que está por venir.
Sobre la forma que adoptará esa tecnología (o «ente», como algunos le llaman), nadie lo sabe a día de hoy. Se trata de pura especulación y, de hecho, es muy difícil llegar a un consenso para entender ¿Qué es la IAG? Existe una profunda indefinición al respecto, ni siquiera OpenAI podría darle una definición precisa al 100% en la actualidad. Nos está costando mucho definir algo que aún no existe.
Pero lo que sí sabemos es lo que no es, y podemos afirmar con rotundidad, para aclarar los malentendidos que están surgiendo en la prensa y las redes sociales, que el estado actual del arte en el avance de los LLMs (Large Language Models) integrados en los GPTs, como ChatGPT, no constituye una IAG, sino una forma de inteligencia artificial especializada. Sin entrar en contradicciones, es una IA especializada con un carácter de uso general, de manera similar a como utilizamos la búsqueda en Internet para resolver temas generales, aunque la barra de búsqueda siga siendo la misma, los resultados varían según la pregunta que se haga.
Definición de IAG (Inteligencia Artificial General).
La Inteligencia Artificial General (IAG), también conocida como Inteligencia Artificial Fuerte o AGI (Artificial General Intelligence) en inglés, se refiere a un tipo de inteligencia artificial que se distingue por su capacidad para comprender, aprender, razonar y ejecutar tareas superando a la inteligencia humana en una amplia variedad de áreas.
A diferencia de modelos específicos como ChatGPT, que están diseñados para tareas de procesamiento de lenguaje natural, la IAG se caracterizará por su enfoque general y la capacidad de aplicarse a diversas tareas y dominios sin requerir una programación específica.
Mientras que modelos como ChatGPT son altamente especializados y están diseñados para tareas específicas, la IAG buscará emular la versatilidad y la adaptación flexible de la mente humana, representando un objetivo avanzado en el campo de la inteligencia artificial.
Similitudes entre los actuales GPTs vs las futuras IAGs.
Cabe destacar que los recientes avances que se han producido con los GPTs, establecen la base tecnológica de los que nos viene, habrá diferencias a futuro, desde luego, y el salto no será trivial ni mucho menos, pero se puede afirmar que la base primaria de las futuras IAGs ya está en producción según el estado del arte que tenemos en 2023.
En el punto en el que estamos con GPT-4, y la versión que se rumorea de GPT-5 que podría llegar a finales de año es en avanzar mucho más en la parte de procesamiento multimodal, incorporando múltiples tipos de entradas de datos, como texto, imágenes, audio, vídeo, metadatos, etc., en un único sistema de IA.
Esta amalgama permitirá al sistema analizar, comprender y procesar la información de forma más holística, ya que no solo utiliza uno, sino varios modos de comunicación diferentes, en cualquier caso no debemos confundir la multimodalidad con la generalidad.
Diferencias entre los actuales GPTs vs las futuras IAGs.
Entre los puntos diferenciales, la evolución de los GPTs hacia IAGs irá en la dirección de adquirir habilidades que podemos considerar mucho más humanas, fuera del dominio de lo que una máquina puede hacer a día de hoy, aquellos atributos que nos diferencian en nuestra especie, de todas las demás, estas IAs podrían reproducir emociones complejas, reflexión, ética en la toma de decisiones, y la tan aclamada conciencia.
Cualquiera de los puntos anteriores descritos entraña tal complejidad a nivel conceptual y técnico, que se entiende perfectamente que exista ese desconcierto general de ¿Qué es la IAG? O cuál es su definición idónea, y si realmente será viable, muchos de los retos propuestos a día de hoy parecen prácticamante imposibles o irrealizables, pero tras la experiencia con esta tecnología, yo no me atrevo a descartar absolutamente ninguno de los escenarios propuestos.
Sobre las emociones hasta cierto punto pueden ser traducidas a código, aquí hay varios proyectos en marcha en este sentido desde hace años tanto en robótica como en reconocimiento de imagen y vídeo; La ética entendida como un conjunto de reglas reconocibles a seguir sobre un consenso de buenas prácticas, también sería programable de algún modo, aquí el problema será social y político, no técnico.
Sobre la conciencia, no lo veo bajo el punto de vista técnico como podemos aplicar conciencia a una máquina, cuando todavía no entendemos bien cómo funciona la nuestra; La humana. Tendría algún sentido pensar en una especie de conciencia sintética que pudiera adquirir la máquina con una serie de objetivos predeterminados.
Otro tema sería considerar «conciencia técnica» al hecho de que la máquina sea consciente de su estado, por ejemplo si está apagada o enchufada, entonces habrá un atisbo de conciencia, pero piensa que el fusible del cuadro eléctrico de tu casa casa también tendría conciencia bajo este razonamiento.
Singularidades, bots, y humanoides.
Sobre la forma que adquirirá esta tecnología, tampoco está muy claro, más allá de los chatbots, la IAG tendrá el potencial para la creación de productos en el mundo real y la mejora de sí misma, superando la comprensión humana e incluso parcheando sus propias vulnerabilidades.
Podrá adquirir forma en software, y podrá adquirir forma en software embebido en hardware (robótica), sobre este punto, resulta inevitable hacer referencia a dos películas de ciencia ficción de culto en esta disciplina, que a medida que han pasado los años de ficción no tienen nada, pero de ciencia tienen mucho.
No sé con quién habló o cómo se asesoró en 2013, Spike Jonze para filmar la película Her, quizá con un joven Sam Altman, quién sabe, pero no pudo estar más acertado, en esta producción, aparece un asistente virtual llamado Samantha, más de una startup estará trabajando desde ya en cómo crear este producto.
Para los que hayáis visto la película, Samantha representa lo que podría ser la evolución a futuro de un sistema operativo AGI, en las secuencias de la película aparecen las siguientes funcionalidades: Comprensión del lenguaje natural y comunicación, inteligencia emocional, aprendizaje y adaptación, asistencia personalizada, creatividad y expresión artística, interacción a distancia, curiosidad, exploración, superación personal y crecimiento, resolución de problemas complejos, y exploración de la conciencia.
Se podría decir que con la tecnología actual, Samantha estaría resuelta al 30%-40%, en software tendría sentido que se evolucionará en este aspecto, pero habrá mil sorpresas en el camino, en esta rama las posibilidades son infinitas, y veremos en los siguientes pasos a medio plazo en IA, como se va incorporando una capa de emociones a los GPTs, previamente se requerirá el cambio a la interacción por voz, en lugar de interactuar con texto escrito.
En hardware más software, aludo a la referencia de la película de Ex Machina, en la que aparece un ginoide que se llama AVA, en este caso podemos decir que estamos bastante lejos de llegar a este nivel tecnológico, el humanoide que está preparando Tesla quizá empiece a funcionar en unos años, pero queda mucho camino por recorrer hasta que ese prototipo llegue a nuestras casas como un electrodoméstico más junto a la televisión.
AVA muestra en la película las siguientes funcionalidades: Comunicación en lenguaje natural, expresión emocional, aprendizaje y adaptación, manipulación y engaño, resolución de problemas y estrategia, instinto de conservación, percepción sensorial, manipulación física, curiosidad y deseo de libertad, además de cuestiones éticas y existenciales.
AVA a día de hoy resulta ficción, a Samantha v1.0, una versión muy básica, la podremos ver en un horizonte cercano, pero en robótica existen grandes retos a superar, dónde el estado del arte de la Intelligencia Artificial será el menor de sus problemas. Abajo el listado de retos a resolver, sin fácil solución en el corto o medio plazo:
- Diseño mecánico y destreza: Implica la creación de robots con la capacidad de moverse y manipular objetos de manera eficiente y precisa.
- Percepción sensorial: La capacidad de los robots para recopilar información del entorno a través de sensores y procesarla de manera efectiva.
- Reconocimiento y manipulación de objetos: La habilidad de los robots para identificar objetos y realizar acciones físicas sobre ellos.
- Interacción humano-máquina: La mejora de la comunicación y colaboración entre humanos y robots.
- Autonomía y toma de decisiones: La capacidad de los robots para tomar decisiones por sí mismos y operar de manera autónoma en entornos complejos.
- Alimentación y eficiencia energética: La búsqueda de fuentes de energía eficientes y sostenibles para los robots.
- Aspectos éticos y de seguridad: La consideración de cuestiones éticas en el diseño y uso de robots, así como la seguridad tanto para los robots como para las personas.
- Coste y accesibilidad: La reducción de los costos y la accesibilidad a la tecnología robótica para un público más amplio.
- Aspectos normativos y de responsabilidad: La creación de regulaciones y estándares para la industria de la robótica y la definición de la responsabilidad en caso de incidentes.
- Aceptación e impacto social: La evaluación de cómo los robots son percibidos por la sociedad y su impacto en la vida cotidiana.
Existe otra posibilidad la interconexión humano-cloud-IAG, a este concepto se le llama superinteligencia, apuntando a una intersección entre el concepto de IAG que hemos hablado en este artículo, el concepto de singularidad propuesto por Ray Kurzweil, y la visión de la empresa de Elon Musk con Neuralink.
Si la IAG se acerca a la singularidad o transhumanismo, como propone Kurzweil, las interfaces cerebro-máquina como las desarrolladas por Neuralink podrían facilitar la integración de la IA con la mente humana de manera fluida. Esto podría tener implicaciones profundas en la forma en que los humanos interactúan con la tecnología y cómo se despliega y utiliza la IA en la sociedad. Lo que os puedo asegurar, es que yo a esto no me voy a conectar.
Conclusiones.
Cuesta mucho encontrar un consenso de qué es IAG, o cómo será, sobre el cuándo, todo apunta a que en los próximos 10 años, podríamos tener algo parecido, o algún avance significativo en este sentido, el grado de incertidumbre o viabilidad todavía sigue siendo muy alto, a pesar de los recientes avances que ha provocado la GenAI, de algún modo los flujos de inversión serán clave para que realmente se hagan avances significativos, sobre todo en robótica.
Pasará tiempo hasta que tengamos un humanoide en producción que te ayude con las tareas de casa, o lo programes para que te ayude en el trabajo, o cuide de una persona, avances en este sentido hay, en Japón, o Corea de Sur, los paises con más robots por persona, y están habituados a interactuar con esta tecnología, pero lo que estamos hablando en este artículo, transciende mucho más allá del estado actual de la robótica, no estamos hablando de un brazo mecánico que te sirve un plato de noodles, o un robot que te recibe y habla contigo en la entrada de un hotel.
Una vez sea viable, hasta que ese producto adquiera un precio razonable de entre 4.000 a 6.000 € pasará algún tiempo, y existe otra variable, la cultural, la social, la aceptación, en la sociedad de Japón se acepta con naturalidad estas interacciones con máquinas, aquí en España, me resulta distópico que en un bar de tapas te sirva un robot, somos animales sociales, nos gusta hablar, interactuar, toquetear, no aceptaremos ese tipo de tecnología en nuestras relaciones sociales.
Sin embargo, en software, tal y como está pasando con la GenAI, nos encontremos a la IAG como el agua que corre por un manantial, o la electricidad que corre por la cables, en cloud, Internet, aplicaciones, computadoras, vehículos, wearables, en la pantalla de tu nevera, etc.
Para entender las implicaciones que nos traerá la IAG, finalizo con una frase inquietante que Sam Altman (CEO de OpenaI) pronunció en 2021:
‘La IAG se va a construir exactamente una vez‘.
Sam Altman
Espero que esta reflexión no os deje indiferentes.