El factor del 1%, el poder de las “ganancias marginales”.

Imagen: Team Ineos

Os lo reconozco, el ciclismo es mi debilidad, competí en la transición de niño a adolescente, uso mi bicicleta todos los días como medio de transporte y practico el deporte con más intensidad en las salidas del fin de semana.

Más que un deporte, en mi caso se trata de una filosofía de vida, mi padre me inculcó esta pasión, y mi personalidad no sería la misma si no hubiera practicado este deporte.

Valores como la capacidad de sacrificio, el valor del esfuerzo, la capacidad de lucha y resistencia ante cualquier adversidad forman parte de mi ADN, sin duda siempre pienso que no sería el mismo en caso de no haber practicado este deporte.

Al mismo tiempo, me ayuda para conseguir mis objetivos profesionales, ya que paralelizo mis metas deportivas con hitos que voy planteando en mi empresa, os lo recomiendo; ¡Funciona!

¿Por qué monto en bicicleta?

Habréis escuchado miles de beneficios que aporta la bici para vuestra salud, pero aquí os resumo mis tres motivaciones principales:

  1. LIBERTAD: Os recomiendo que la practiquéis todos los días, pedalear por lugares me aporta una gran sensación de libertad, me da una perspectiva diferente ante la vida, no tiene nada que ver comerte un atasco de 40 minutos dentro de un coche, que coger una nueva senda con la bici para llegar al trabajo.
  2. SALUD: Me noto extraordinariamente sano y en forma, diversos estudios en ancianos de más de 80 años que practican ciclismo explican que tienen el mismo sistema inmunológico de un chaval de 20 años, está más que demostrado que este deporte simplemente alarga la vida en más de ocho años. Es muy habitual cruzarte en la carretera con octogenarios que aparentan tener veinte años menos.
  3. PLANETA: Cada uno aportará su granito de arena, pero este es el mío, me convencí a mí mismo para coger el coche en ocasiones muy excepcionales, mi objetivo es el de reducir prácticamente a cero mi huella de carbono.

Enseñanzas de Sir Dave Brailsford.

Le llevaba siguiendo la pista desde hacía tiempo, es una persona muy discreta, no lo veréis destacar mucho en el mundo del management, no hace mucho ruido, es muy discreto, pero sin duda tengo que decir, que es el líder que más me ha inspirado en los últimos 5 años.

Sir David John Brailsford es un entrenador de ciclismo británico. Fue el Director de Rendimiento de Ciclismo Británico y actualmente es el Director General del equipo de ciclismo “Ineos Grenadiers”.

Lo que está haciendo en el mundo del ciclismo es más que excepcional, puede ser que tenga el mejor equipo, el mejor presupuesto, la mejor tecnología, pero este señor ha ganado el tour siete veces consecutivas con cuatro ciclistas diferentes.

Si hablásemos de fútbol tendrías que sumar el palmarés de Mourinho y Guardiola para acercarse a lo que este hombre ha conseguido en el ciclismo.

Es un genio de la motivación, intentad ver algún video en el que habla con sus ciclistas y entenderéis en menos de un segundo que se trata de un líder extraordinario.

También es conocido por incluir conceptos muy innovadores en la gestión de su equipo, ideas sobre alimentación o psicología que ha ido incorporando como disciplinas nuevas.

En el ciclismo moderno, los tours se ganan por diferencias mínimas de segundos o minutos, lejos quedan aquellos tiempos de Induráin en los que machacaba a sus rivales en la contrarreloj con unas minutadas de espanto. Ahora no, aparte de tener piernas, el nuevo ciclismo es extraordinariamente técnico y estratégico.

Brailsford mantiene una cultura de mejora continua enfocada en el valor de la agregación de las ganancias marginales, las carreras se ganan por decenas de segundos, y esos segundos se logran por la suma de la pequeñas mejoras de varios elementos que participan en el proceso.

«El principio surgió de la idea de que si descompones todo lo que se te ocurre para montar en bicicleta, y lo mejoras en un 1%, obtendrás un aumento significativo cuando agregues todos esos cambios juntos».

Sir Dave Brailsford

Puede ser el ajuste de un maillot en una prueba de contrarreloj, utilizar un tipo de grasa en la cadena que mejore la pedalada, o comprar almohadas específicas para los desplazamientos de las carreras, todo suma, cualquier detalle hay que tenerlo en cuenta.

Consigue una pequeña mejora en cada uno de procesos, y en total obtendrás una mejora, no grande pero si diferencial. Así es como este señor gana los tours de Francia.

Sin dejar de contar con unos ciclistas excelentes, Sir Brailsford gana por aplicar una filosofía incremental, aplica un factor de 1%, un factor a la mínima, que en la suma del agregado marca la diferencia final en la línea de meta.

¿Cómo aplicar la filosofía de las ganancias marginales en tu negocio?

Divide y vencerás.

Desgrana, divide, peina, separa muy meticulosamente la actividad de tu empresa, hasta llegar a las micro-tareas, aquí es dónde tienes el detalle, y aquí debes pensar en una micro mejora.

Si tu empresa fuera una bicicleta, intenta llegar al detalle del rodamiento de la rueda.

Bicicleta desmontada

Cambios incrementales.

Analiza, evalúe y piensa en cómo puedes hacer pequeños cambios incrementales que mejoren cada uno de los micro elementos de tu empresa, quizá sea un cambio en el color de tu web, o incluir el número de teléfono en el firma del correo.

La idea del factor del 1%, radica en hacer grandes a los pequeños cambios, al final muchos pequeños cambios, generan un cambio diferencial, no un gran cambio, esta metodología no es para grandes transformaciones ni para mutar, se trata de una filosofía que pone el foco en las pequeñas cosas.

Mejora continua.

Gestiona este método incremental como un loop continúo de mejora, piensa que si una micro tarea la mejoras en un 1% cada mes, al año obtendrías un acumulado del 12%, esta mejora ya es diferencial, se ha producido cambio incremental sustancial y en positivo, aquí ya has llegado a la meta, pero antes has pasado por las metas volantes.

Quizá a la hora de poner objetivos en las empresas, nos forzamos para conseguir grandes cambios al final del año, ese 12% lo planeamos para que sea un 30 ó un 40%, planteando una barrera psicológica desde el inicio, de esta manera puedes llegar incluso a la frustración del equipo por no llegar a un objetivo realista.

Trabajando con el factor de 1% de mejora y en micro tareas muy concretas, conseguís mantener a la vez una motivación que genera valor. Para llegar a los grandes macro objetivos, no hay nada mejor que centrarse en conseguir los micros objetivos.