Cada persona nace con una secuencia de ADN única, cada humano es único desde su nacimiento, luego la percepción de felicidad debería ser única. Sin embargo, no es así, la sociedad crea patrones generalizados de felicidad que se entienden mayoritariamente como verdades absolutas, cuando quizá deberíamos pensar en la felicidad como una suerte entre 8,1 billones de posibilidades, al menos una por cada habitante que hay en el planeta.
La felicidad a menudo se asocia con el nivel de ingresos, la clase social y la seguridad financiera. Intentamos racionalizar de algún modo, recolectamos datos y hacemos informes de índices de felicidad por países en los que Finlandia, Dinamarca, Islandia, Países Bajos salen siempre los primeros. Creamos paralelismos entre renta per cápita y un intangible llamado índice de felicidad. Y al mismo tiempo, nos contradecimos, creando otros estudios científicos, en los que los monjes tibetanos, desprovistos de bienes materiales, baten todos los récords de test de felicidad.
Se trata de un tema tan abstracto, que como buen humano que yerra continuamente, voy a intentar racionalizarlo de nuevo, pero bajo un punto de vista diferente, si de algo sé en este aspecto, es de redes neuronales.
Le he dedicado tiempo a entender cómo funcionan, a través de la lectura de How to create a mind? Aprendí hace años cómo funciona la red neuronal humana como base de la algoritmia que nos rodea a día de hoy, a partir de ese conocimiento, me aventuré a aprender a nivel técnico cómo funcionan las redes neuronales de la IA Generativa, y luego llegué a un libro que se llama Habits of a happy brain, en el que aprendí cómo funcionan los neurotransmisores en un cerebro humano.
Mezclando todos los ingredientes en la coctelera, pretendo obtener una ecuación de felicidad, que a estas alturas del texto, no sé cómo lo voy a hacer, pero este es el reto que plantea este artículo.
Neurotransmisores.
Existe un paralelismo entre el mecanismo de tu cerebro humano y el modo en que trabajan las redes neuronales que gobiernan los algoritmos de IA generativa. A bajo nivel, se intenta imitar el funcionamiento del cerebro. Cuando hablamos de X número de parámetros en un modelo, nos referimos a neuronas, cuando hablamos de vectores, nos referimos a neurotransmisores, y cuando hablamos de multimodalidad, nos referimos a nuestros sentidos, vista, audición, (que ya funcionan muy bien con GPT-4o), el tacto a nivel de robótica, y sobre el olfato y el gusto, dudo que la tecnología lo pueda replicar algún día.
Como humanos siempre nos quedará lo que es imposible de replicar por una IA: la intuición, el instinto, las emociones, la espontaneidad, la adaptabilidad al entorno aunque no sea conocido, la empatía, la moralidad, y la conciencia. Da igual por qué versión vaya el GPT, estos valores siempre serán nuestros, humanos y únicos.
Por las autopistas de tu red neuronal humana circulan cuatro neurotransmisores (también llamados químicos de la felicidad), dopamina, endorfina, oxitocina y serotonina. Cada una de las cuatro sustancias químicas de la felicidad tiene una «misión», o un resultado, que proporciona a nuestro cerebro buenas sensaciones por la liberación de esa sustancia química. La dopamina está orientada a buscar recompensas, la endorfina se libera al ignorar el dolor físico, la oxitocina fluye cuando establecemos alianzas sociales y la serotonina regula los estados de ánimo.
Dopamina (D):
El papel de la dopamina en el sistema de recompensa del cerebro es vital para la motivación, la fijación de objetivos y la experimentación del placer, su papel es clave para el desarrollo del individuo. Pero tiene una cara oscura, y quizá sea el neurotransmisor más controvertido y difícil de manejar, se libera en un instante, y para tu cerebro la sensación es muy placentera, luego nunca te van a decir que no a una buena dosis de dopamina, como dice la canción, 🧠 a mí me gusta la dopamina, dame más dopamina.
Likes en redes sociales, la mayoría de las drogas, la comida basura, o los juegos de azar generan este químico, el problema es que llevado al extremo, genera adicción, ya que para generar el mismo nivel de dopamina, se debe incrementar la cantidad de estímulo, y mucho peor tiene la capacidad de anular al resto de neurotransmisores, incluso destruir neuronas por sobreexcitación.
Luego, si se impone este neurotransmisor al resto, la gratificación instantánea rapta a tus neuronas y se impone sobre todo lo demás, convirtiéndose en la antítesis del concepto de felicidad, que siempre se plantea como una misión de largo plazo, no como un placer efímero o una recompensa fugaz, esto es placer, no felicidad.
Sin embargo, hay otro tipo de actividades saludables que aumentan los niveles de dopamina de manera natural como hacer ejercicio físico, practicar yoga, meditación, crear algo creativo, alimentarse bien, escuchar música, o simplemente hacer listas de tareas y completarlas (este ejercicio siempre funciona para liberar dopamina).
Endorfina (E):
Las endorfinas actúan como calmantes naturales del estrés, favoreciendo la relajación y la resiliencia, se liberan durante el ejercicio físico. Cuando se produce la risa y otras actividades agradables, las endorfinas contribuyen a una sensación de euforia y alivian el dolor.
Para aumentar las endorfinas, las personas necesitan reírse más a menudo, llorar cuando sea necesario, y variar la rutina del ejercicio físico para que sea divertido y variado. La rutina puede ser el enemigo de las endorfinas, luego improvisar y hacer pequeños cambios viene muy bien para el correcto funcionamiento de este neurotransmisor.
Oxitocina (O):
La oxitocina se activa con los vínculos sociales y las relaciones personales, es el neurotransmisor que se encarga de la socialización. Las interacciones sociales positivas y las actividades que crean vínculos fuertes estimulan la liberación natural de oxitocina mejorando la calidad de las conexiones interpersonales.
De manera natural se puede generar oxiticina a través del contacto físico, la escucha activa, y practicando la generosidad.
Serotonina (S):
Es el regulador natural del cuerpo y la mente, se encarga de los estados de ánimo, el sueño y el apetito, actúa como precursor de la melatonina, ayudando a regular el sueño y el reloj biológico, y tiene un papel en el control del apetito y en la función gastrointestinal.
La calidad del sueño es crucial para la producción de serotonina y para mantener el equilibrio general de todos los neurotransmisores. Los niveles bajos de serotonina están directamente asociados con trastornos del estado de ánimo como la depresión o ansiedad. Por el contrario, los niveles adecuados contribuyen a una sensación de bienestar y felicidad.
La importancia del cambio.
Estas sustancias químicas de la felicidad, dopamina, endorfina, oxitocina y serotonina, tienen la misión de crear buenas sensaciones para que tu cerebro construya circuitos de redes neuronales en tu cerebro; sin embargo, existe un riesgo asociado con el hábito, si repetimos una y otra vez las mismas rutas, y nuestros neurotransmisores circulan siempre por los mismos senderos neuronales, las buenas sensaciones disminuyen.
Nuestro cerebro está diseñado para almacenar experiencias. Desde que naces, tu red neuronal está procesando datos de aprendizaje a través de los sentidos. Luego, el secreto para desencadenar la felicidad durante toda la vida o de manera sostenida es desarrollar el hábito de crear nuevos caminos neuronales que estimulen las sustancias químicas de la felicidad y creen nuevas sensaciones.
En mi experiencia personal, cuando viajo a un destino completamente diferente de mi entorno habitual, la creatividad se me dispara x100. Desde que bajo del avión, mi cerebro está alerta, está procesando nueva información sobre lo desconocido, mis neurotransmisores crean nuevos caminos neuronales, luego experimento una avalancha de nuevas ideas cuando rompo rutinas y hábitos diarios.
Ecuación.
Sería un error pensar que un concepto tan abstracto y multidimensional como la felicidad dependiera únicamente de la química cerebral, ya que durante la vida existen aspectos más profundos y personales que van más allá de la bioquímica.
Luego, para poder formular una ecuación de felicidad completa, necesito añadir más variables: factores internos, como el propósito en la vida o la realización personal, y factores de carácter externo, como la genética, el dinero, y el ambiente (o entorno).
En resumen … 🤯 tras más de cuatro horas formulando ecuaciones, he llegado a una conclusión muy sencilla; se trata de una función lineal de primer grado, lo más básico de las matemáticas:
f(x)=a⋅x+b+10=(D+E+O+S+R+P)⋅x+(G+M+A) +10
Donde:
- f(x) = Nivel de felicidad
- x = Constante de cambio (en el rango 0≤x≤1)
- D = Dopamina (1-10)
- E = Endorfinas (1-10)
- O = Oxitocina (1-10)
- S = Serotonina (1-10)
- P = Propósito en la vida (1-10)
- R = Realización personal (1-10)
- G = Genética (1-10)
- M = Dinero (1-10)
- A = Ambiente (1-10)
Explicación de la ecuación:
- Se suman los niveles de dopamina, endorfinas, oxitocina, serotonina, realización personal y propósito en la vida (D + E + O + S + R + P) para representar una base más completa de la felicidad.
- Se multiplica este resultado por x que permite ajustar la felicidad según una constante de cambio (x), siendo 0 el cambio nulo, y 1 un cambio constante.
- Se suman los factores genéticos (G), el dinero (M) y el ambiente (A) si bien estos elementos pueden influir en la felicidad, no garantizan por sí solos la felicidad.
- Se suma 10 como entero.
- El resultado final debe ser un valor entre 13 (infelicidad) y 100 (máxima felicidad).
A lo largo del artículo os he comentado qué actividades activan de manera natural a los componentes químicos de la felicidad, luego simplemente, plantearse objetivos, hacer ejercicio físico, dormir bien, comer bien, y mantener buenas relaciones personales con familiares y amigos, ya te asegura tener cuatro dieces en la ecuación, sumando 40 puntos, si además consigues tener un nivel de cambio constante, y tienes un propósito, el número se multiplica.
Neurotransmisores funcionando OK, con próposito a 10, aletoriedad alta, poco dinero y ambiente desfavorable:
f(1)=60×1+3+10=73
Neurotransmisores funcionando KO, con proposito a cero, cambio mínimo, mucho dinero y ambiente favorable:
f(0)=6×0+30+10=40
Luego, con este cálculo, se demuestra el tópico de que el dinero no aporta la felicidad, es una variable más que puede ayudar, pero la felicidad puede ser influenciada por muchos otros factores que pueden variar de una persona a otra. La felicidad es una experiencia subjetiva y puede ser diferente para cada individuo, y depende de los valores que adquiera la suma de las diferentes variables, con una constante de cambio.
*Bonus:
Cada maestrillo tiene su librillo, y la fórmula anterior es personalizable, en mi caso sería imposible alcanzar la felicidad sin tener en cuenta a la variable MÚSICA, y este mes he tenido el gusto de colaborar con Estudio Vaca, en lo que ellos llaman, «lo de la puta playlist«.
Una selección meticulosa de canciones que me acompañan en mi rutina diaria, la comparto con vosotros, y deseo que la disfrutéis tanto como yo disfruté creándola.