Martín Varsavsky afirma que a pesar de su edad, 63 años, y tras crear varias empresas a lo largo de su vida, él sigue viendo marcianos en su jardín, y reflexiona sobre la capacidad de fascinarse ante lo nuevo. Dice que los marcianos son sus amigos, que le cuentan historias increíbles de otros mundos y que le enseñan cosas que nunca hubiera imaginado. Y sin duda, su educación, su modo de pensar y ver el mundo, le ha servido de motor para no dejar de sorprenderse y soñar con nuevas posibilidades.
La curiosidad no deja de ser la clave para la tipología de empresario que representa Martín Varsavsky, aquellos que tienen la capacidad intrínseca de crear océanos azules, dónde sólo existía un mar rojo, de ver lo que los demás no ven, o de ver lo que los demás ven, bajo un prisma totalmente diferente. Este tipo de empresario o de mentalidad es el que marca la diferencia en el mercado.
En los océanos rojos, hay buenos negocios, que duda cabe, existe un mercado previo, pero siempre habrá alguien con el que compitas por precio, en lo azules (en los buenos negocios diferenciales de verdad), el precio nunca será un problema, luego la diferenciación será la que marque tu margen de beneficio…
Se coló GPT en nuestro jardín.
Se llama GPT (Generative Pre-trained Transformer), y viene del planeta GenAI, y no ha venido sólo; otros marcianos llamados LLMs (Large Lenguage Models) le acompañan y han venido en una nave que se llama Nvidia.
Ante la sorpresa inicial, los empresarios están reaccionando de diversas maneras:
1/ Lo veo en el jardín, pero me hago el disimulado (como si no lo hubiera visto), pasa por la ventana, y me giro para que no me vea, en plan ya se irá, además voy en pijama, como para salir de casa ahora… Hay mucho «hype» últimamente en el barrio, veo marcianos por todos los lados.
2. Lo veo y llamo a la policía, ¡que le metan una multa al marciano y lo empapelen! Pero bueno, que se ha creído, es que no se ha enterado de que a partir de las seis, no se puede molestar en los jardines. ¿Quién tiene que regular esto?
3/ Lo veo, salgo a recibirlo, aprendo su idioma, y le invito a una barbacoa en el jardín. Es más, quedo con él para que me ayude a cortar el césped el fin de semana que viene, a mi me lleva más de 8 horas, y él me ha asegurado que lo va a hacer en 8 minutos, luego esto se soluciona con dos birras.
Separando el hype de la practicidad.
La diferencia de GenAI con otras modas tecnológicas que hemos vivido últimamente, como las cripto, el blockchain, la web 3, o el metaverso, etc. Es que tiene la capacidad de colarse en todos los circuitos electrónicos, en todos los lenguajes de programación, en el core de todos los productos y servicios de base tecnológica existentes.
Sin cambiar protocolos, ni añadir más complejidad. No entiendo cómo pretendemos enviar video streaming en 4k por una red basada en blockchain, yo me hago cruces con estos temas, celebremos el día del protocolo TCP/IP y todas las alegrías y progreso que nos ha dado hasta la fecha.
Las otras modas, eran plataformas nuevas que no han cuajado en el mercado, no las hemos podido asimilar, no porque no sean buenas como productos tecnológicos (a mí como «techie» me encantan), si no que proponían una alternativa diferente al core existente, una capa nueva sobre el protocolo de comunicación de Internet, un modelo de plataforma nuevo, y su implementación real en el mercado creaba más problemas de los que solucionaba.
Sin embargo, la IA se embebe y se integra en toda la tecnología ya existente, no crea unas plataformas nuevas para migrar como las cripto, el blockchain, la web 3 o el metaverso pretendían, si no que cambian y transforman la tecnología actual que tenemos, es un cambio incremental aplicable a todo lo existente y que mejora de manera exponencial cada 6 meses.
Coge X y añádele «magia». No es un cambio radical como cambiar nuestro uso diario de Internet por una experiencia VR en el metaverso. Incluso los nuevos modelos de software que han salido, como ChatGPT, están construidos como eran los chats de IRC de los años 90, no hay un cambio radical en el interfaz en el acceso a la información, todo lo contrario, hemos vuelto a lo más básico.
Para entenderlo, esta tecnología está cambiando los algoritmos de búsqueda de Internet, se ha colado en Internet para convertirse en su cerebro, y ninguna de las modas tecnológicas anteriores consiguió llegar hasta el core de Internet, para cambiarlo desde adentro.
La comparación que hizo Andrew Ng entre la electricidad y la IA no pudo ser más acertada, si volviésemos a finales del XIX cuando se inventó la electricidad, le podríamos preguntar a un empresario del sector textil en 1888, si ¿vas a integrar en tu fábrica la electricidad, o sigues con los candelabros? 136 años después; La respuesta es fácil ¿verdad? Todos entendemos que la electricidad es una piedra angular de nuestros negocios, y que las redes de telecomunicaciones son críticas para desarrollar nuestra actividad.
Entonces puedes llegar al razonamiento de que la IA es un tipo de tecnología como la electricidad o Internet, porque intrínsecamente su naturaleza es la misma, tiene la capacidad de transformar y mejorar todo lo existente, su distribución es ubicua, y no es un nuevo modelo de plataforma de capa superpuesta al que masivamente tenemos que migrar todos para salir de Internet.
No se debe comparar con las modas recientes que ha habido con las cripto, el blockchain, la web 3, o el metaverso, si no con la electricidad, o las redes de telecomunicaciones, esta es la comparación adecuada.
Luego si te estás planteando si integrar o no la Inteligencia Artificial en tu empresa o en tu producto, piensa en que harías si te cortaran la luz ahora mismo en tu negocio, o si se fuera Internet al garete, dentro de 10 años tendrás la misma dependencia de la IA, el futuro de esta tecnología es que se convierta en una commodity, ya es una commodity en el presente cuando accedes a ella de manera gratuita.
Luego intenta hacerte amigo del marciano y ve preparando las brasas en la barbacoa del jardín. Él ya te está esperando.