Texto en contexto: El efecto de las economías circulares en el tiempo

Conocemos de sobra la tremenda habilidad de los chinos para la captación, adopción y copia de productos y servicios que fundamentalmente vienen de Estados Unidos y Europa.

Para ellos «Internet» es más bien una «Intranet», recubierto de un inmenso firewall en el que el ciudadano no dispone de la libertad de navegar hacia cualquier página web del resto del mundo.

Sin embargo disponen de las mismas plataformas y servicios de las que disponemos el resto. Para ellos Google se denomina Baidu, YouTube lo llaman Youku, Twitter es Weibo y a WhatsApp lo llaman WeChat.

Os lo puedo atestiguar, ya que mi actual móvil lo compré en el aeropuerto de Taipei y durante unas semanas tuve instaladas estas aplicaciones. Ante la dificultad para encontrar en el menú chino el cambio de lenguaje a inglés, acabé desinstalándolas.

De entre todo el ecosistema cabe destacar a WeChat como la joya de la corona. Aquí los chinos han evolucionado hacia un app killer, sumando multitud de servicios en un único asistente agregado y conversacional. Una buena navaja suiza.

Imagina reunir en un único asistente todas las funcionales de las que dispones en Facebook, Skype, Uber, Amazon, Instagram, Venmo, Tinder y PayPal.

Además, dispones de servicios sociales como la reserva de cita médica u otros lúdicos como la compra de una entrada de cine, el pago en cualquier comercio o mapas de calor de población en sitios concurrentes de tu ciudad.

¡Genial, todo en una app! pero … ¿qué ocurre si la utilizaras absolutamente para cualquier acción o necesidad?

Imagina que estás en tu casa con tu perro, piensas que le hace falta una ducha y en un par de clics contratas un servicio de limpieza y en tres horas aparece un señor con una botella de champú y una vacuna.

Cuando tu mascota está impecable le haces una foto, la tagueas con el link de la empresa que te ha realizado el servicio y se la compartes a tus amigos. Desde el trabajo, uno de ellos decide que a su Bobby también le hace falta un ducha.

Cliquea el tag del servicio y envía la orden del pedido. En pocas horas el señor de la empresa de Shiny Pet recibe el cobro del servicio vía WeChat.

El mismo amigo, para devolverte el favor, le recomienda el mejor sitio de noodles de la ciudad, lanza y paga la orden de la comida anticipada y él, mientras, pide un taxi. En el mismo periodo de tiempo, el señor de la vacuna invierte sus ganancias en un producto bancario de riesgo.

Llegan al restaurante y en una gran pantalla aparece su foto de perfil de WeChat que le asocia la mesa asignada para la comida, recibe el pedido en un par de minutos y resulta que los noodles están demasiado cocidos.

Realiza una foto y comenta una review sobre el local, entonces recuerda que no le ha pagado la comida a su amigo y le realiza una transferencia vía móvil.

Alza la mirada alrededor del restaurante y se da cuenta que no hay menús, no hay camareros y no hay cajeros… todas las acciones que ha realizado, desde que el señor de Shiny Pet llegó a su casa, han transcurrido dentro de WeChat.

En ningún momento, en cualquiera de las acciones que os he comentado, se ha salido del ciclo de WeChat. Durante todo el tiempo, cualquier participante se ha mantenido dentro de un único círculo realimentado, en el que una gran concentración de datos están en disposición de unas pocas manos.

Tendemos a pensar que los virals suceden con imágenes o videos dentro de un contexto de sentido del humor o branding, pero WeChat lo utilizan más de 700 millones de personas conectadas a la misma de red de intercambio de bienes y servicios.

Nunca ha habido una traza de datos más jugosa para marketinianos. Es un auténtico milagro, se sabe sobre lo que hablas, cómo te comunicas, con quién te comunicas, qué lees, a dónde vas, por qué te diriges a un lugar, con quién has quedado y cómo gastas tu dinero tanto online como offline.

En definitiva, el nuevo oro del dato de consumo contextualizado, adaptado y personalizado a cada una de tus acciones.

El gobierno chino, a su vez, fuerza a WeChat a compartir toda esta información que viene del servicio agregado, la gran monitorización masiva soñada en cualquier sistema autoritario.

Para conseguir el que quizá sea el mejor producto de marketing personalizado de la historia, se vulneran los derechos y libertades fundamentales de cualquier ciudadano, pasos de gigante hacia un mundo orwelliano.

Como entenderéis, con desarrollos mínimos funcionales dentro de una app de software agregado, se consigue crear macro economías circulares, aparte de ofrecer la llave a un proceso de monitorización gubernamental sin precedente, claro ejemplo de impacto tecnológico en la sociedad que estamos viviendo.

Tendemos a pensar que cualquier revolución tecnológica de escala proviene directa o indirectamente de Silicon Valley, pero algo tan sencillo y trivial como comunicarte y escribir un «texto dentro de un contexto de servicios», puede cambiar un rumbo económico internacional. Así es como China está liderando el mundo de Internet, desde su cierre de puertas internacional.

Esto no acaba más que comenzar. Todas las grandes compañías tecnológicas norteamericanas están desarrollando servicios agregados muy similares, se está produciendo un efecto de copia a la inversa, en la que Viv, del creador de Siri y ex-empleado de Apple, Dag Kittlaus, está poniendo sobre la mesa el asistente de inteligencia artificial para todo.

De la evolución del texto pasaremos a los comandos por voz y asistentes como Google Now o Cortana migrarán hacia esta especie de WhatsApp multiservicio. O quizás WhatsApp o Facebook Messenger, debido a la cuota de mercado que tienen, pueden ganar la chance. Tal y como os comenté en el artículo de tendencias para el 2016, aquí es donde se va a librar la próxima batalla de los gigantes tecnológicos.

La duda está en ¿cómo va a reaccionar Google Adwords? ¿Lo contextualizará dentro de Now? ¿Ha llegado la hora de monetizar los 17.000 millones de euros que le costó a Mark Zuckerberg, WhatsApp? ¿Quién ganará la cuota de mercado?

¿Y tú? ¿Dónde pasas más tiempo? ¿En las aplicaciones de comunicación conversacionales o lanzando queries en la barra de búsqueda de Google?

Pedro Trillo, Maverick en vizologi.

vizologi.com

Deja una respuesta