Hotz inventa el primer coche sin manos y con Linux

George Hotz – Linux self-driving car

La industria automovilística está atravesando por un cambio de identidad. Más que una tendencia ya es una realidad, los coches sin conductor funcionan bien y llevan miles de kilómetros de pruebas por la carreteras de San Francisco, sin accidentes y con una respuesta perfecta.

Se habla mucho de Google y Tesla en este terreno, pero las grandes marcas tradicionales como BMW, Ford o General Motors tienen a día de hoy sistemas de vehículos autónomos muy parecidos, además aplicados, como en el caso de Volvo, al transporte de mercancías.

Nos falta Apple en la ecuación que seguro que nos sorprende, como siempre, por el diseño de su coche.

Pero no nos equivoquemos Mobileye es la compañía que está detrás de todo este ecosistema. La que provee los últimos desarrollos tecnológicos a todos sus partners anteriores.

Más que fijarnos en el hito tecnológico de la conducción autónoma, cabe destacar las nuevas modalidades de negocio. La tendencia sin duda va hacia el alquiler. Ya hay ayuntamientos que cierran acuerdos con empresas de coches eléctricos que según su tamaño y la versatilidad en acceso, eliminan contaminación y aligeran el tráfico.

Quizá dentro de unos años no sería descabellado pensar que dentro de tus impuestos se pagara una tarifa plana mensual por el uso de vehículos públicos, a los de siempre se les añadiría estos pequeños cochecitos autónomos que distribuidos de manera estratégica en las ciudades, favorecerían el acceso, la instantaneidad y cubrirían las necesidades de transporte de los ciudadanos. Es más, este impuesto en parte podría estar subvencionado por la energía eléctrica extra que el ciudadano generase de manera limpia desde su instalación solar de su vivienda.

En un modo de movilidad continúa y con un cálculo por distancia de tu desplazamiento, esperarías unos minutos hasta que te recogiera, un UBER público se le podría llamar, que según el cálculo de tu trayecto te ofreciera desde una bicicleta eléctrica para recorridos cortos hasta un dron volador para viajes largos.

De este modo se eliminaría el numeroso parque actual de vehículos privados, basados en combustible fósil y contaminante, además de la comodidad de obviar las reparaciones, mantenimientos y los pagos del seguro.

Piensa que de media usamos nuestro vehículo alrededor de 1 hora al día, las 23 restantes está parado y sin uso. Por cada 24 coches privados puede haber 1 público no contaminante que te ofrezca el mismo servicio y que no pare en todo el día, solucionas la contaminación, resuelves el tráfico (ganas tiempo) y el gran problema de espacio que tendremos en la ciudades. En las horas pico de entrada y salida al trabajo se reforzaría el parque de vehículos públicos.

Sinceramente cambiaría mi vehículo actual por bonos públicos que me facilitaran el acceso mediante una aplicación a un parque de vehículos públicos y compartidos, en el que en cada momento pudiera elegir el medio de transporte, según la distancia a recorrer y en cuestión de 10 minutos.

No tengo apego al vehículo como objeto, pero sí deseo una agilidad en la manera de desplazarme, necesito soluciones, no objetos que den problemas y gastos.

Entre todo este lío de grandes inversiones, movimientos de mercado, estrategias de empresa, modelos de negocio, parnertships, colaboraciones y modelos regulatorios aún por determinar, un tipo llamado George Hortz con 26 años y desde su garage en San Francisco ha inventado su propio coche sin conductor con Linux.

Parece ser que no es cualquiera. Dentro de la comunidad de hackers está reconocido como una eminencia. Fue el primero capaz de hackear el iPhone con 17 años, continuó con sus logros rompiendo la seguridad de la Playstation 3 de Sony, trabajó para Google, Facebook y también en el proyecto de Space X, lo dejó todo se puso a programar y él solito sin despeinarse, sin mega-equipos ni ultra medios transformó su Honda Acura en un vehículo con inteligencia artificial autónoma.

Todas estas tecnologías se encuentran hoy en una fase beta y con una regulación gubernamental pendiente, pero Hotz ya nos ha demostrado que incluso antes de salir para el uso del gran público ya se ha convertido en una commodity. Por 1.000 dólares puedes tener este kit auto-instalable, de hecho comenta que ya se lo han pedido varios amigos.

Como os podéis imaginar Elon Musk (CEO de Tesla) se interesó por sus servicios y le ofreció una gran cantidad de dinero para que trabajase para él, desmantelando así la tecnología de Mobileye.

Los correos que se intercambiaron sucedieron de la siguiente manera:

Musk escribió: “Frankly, I think you should just work at Tesla,” “I’m happy to work out a multimillion-dollar bonus with a longer time horizon that pays out as soon as we discontinue Mobileye.”

Y Hortz contestó:

“I appreciate the offer”, “but like I’ve said, I’m not looking for a job. I’ll ping you when I crush Mobileye.”

Musk finalizó con un:

“OK.”

Pedro Trillo, Maverick en vizologi.

vizologi.com

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